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martes, 7 de diciembre de 2010

Encontrar lo que no existe

El pasado sábado en clase, un compañero del máster argumentó que se podía encontrar una β de mercado, pero que esta β no existía (concepto de β) . A todos les sorprendió que alguien quisiera y pudiera encontrar algo que no existe. Después de pensar en el argumento, he elaborado un comentario sobre la materia.

Encontrar lo que no existe, difícil tarea. Hay que ser loco para intentarlo. Cómo hallar algo que per se es imposible, cómo lograr engañar a un léxico tan rotundo. Si algo no existe, es evidente que no se puede encontrar, el argumento no admite discusiones o quizás si…

Alexander Fleming descubrió la penicilina por casualidad. Llevaba trabajando en el estudio de las bacterias muchísimos años y andaba buscando algo que no existía, pero que alteraría el curso de la medicina contemporánea. De repente un día, regresa de vacaciones y resulta que en las bandejas en las que realizaba sus experimentos algo ha cambiado. ¡Eureka!, alguien encuentra algo que salvará muchas vidas.

Se me ocurren paradigmas más trascendentales, por ejemplo el caso del apóstol San Pablo. Después de perseguir a los cristianos, e incluso de ajusticiarlos. Cuando cumple 25 años, realiza un viaje a Damasco montado a lomos de su caballo, aparición divina, conversión al cristianismo y posterior bautizo. ¡Eureka!, alguien encuentra un camino que pensaba que no existía.

Qué podríamos decir de aquel chico de universidad que conoció a una compañera de
pupitre y, sin buscarlo, se encontró con la mujer de su vida, con la que lleva 30 años casado, o de aquella chica que de un desamor sufría, que pensaba que no existía su par, ni su alma gemela, hasta que la vida una vuelta volvería a dar y sin esperarlo el amor volvería a encontrar. Quería encontrar, lo que no existía hasta que, ¡Eureka!, alguien encuentra el amor verdadero.

Los más desfavorecidos también pueden encontrar algo que no existe, pensemos en un niño africano, que sólo sufre de hambre y desnutrición. No creo que ni siquiera imagine que exista algo llamado felicidad, a lo mejor intuye atisbo de ella cuando su madre le abraza fuertemente, sin embargo cuando ese niño crece, si logra escapar de los infiernos de su infancia, puede llegar a encontrar la felicidad, esa que nunca pensó que existía. ¡Eureka!, hasta los que lo tienen más complicado pueden encontrar algo que para ellos no existe.

Después de leer numerosas noticias catastróficas de nuestro país, de los chantajes a los que nos someten los grupos de interés, partidos políticos y medios de comunicación podríamos pensar que no queda nada de los valores que nos transmitieron padres y abuelos. No se buscan esos valores, porque pensamos que no existen fuera de nuestro círculo, hasta que un día un ciudadano salta a las vías del metro para salvar a otro. ¡Eureka!, a pesar de todo existe humanidad y la preocupación por los demás, algo que pensaba que no existía, aparece.

La β apalancada o desapalancada, no es el amor, ni un descubrimiento científico, ni un acto heroico, ni una conversión al cristianismo, ni siquiera es la felicidad y probablemente no se pueda encontrar, ya que no existe………o quizás sí.

2 comentarios:

  1. ¿algo sólo existe cuando se le pone un nombre: pricipum verbum est...?
    puede ser...o no...

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  2. principium verbum est, perdón que me comí la -i

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